martes, 29 de junio de 2010

Honestidad


Es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia (dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma).

Ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, que, como nosotros, "son como son" y no existe razón alguna para esconderlo. Esta actitud siembra confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con la persona honesta.

La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad de decir la verdad) sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende de personas o consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable e imprescindible de reconocer.

Lo que no es la honestidad:

- No es la simple honradez que lleva a la persona a respetar la distribución de los bienes materiales. La honradez es sólo una consecuencia particular de ser honestos y justos.

- No es el mero reconocimiento de las emociones "así me siento" o "es lo que verdaderamente siento". Ser honesto, además implica el análisis de qué tan reales (verdaderos) son nuestros sentimientos y decidirnos a ordenarlos buscando el bien de los demás y el propio.

- No es la desordenada apertura de la propia intimidad en aras de "no esconder quien realmente somos", implicará la verdadera sinceridad, con las personas adecuadas y en los momentos correctos.

- No es la actitud cínica e impúdica por la que se habla de cualquier cosa con cualquiera… la franqueza tiene como prioridad el reconocimiento de la verdad y no el desorden.

Hay que tomar la honestidad en serio, estar conscientes de cómo nos afecta cualquier falta de honestidad por pequeña que sea… Hay que reconocer que es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria. Ser deshonesto es ser falso, injusto, impostado, ficticio. La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca la sombra, el encubrimiento: es una disposición a vivir en la oscuridad. La honestidad, en cambio, tiñe la vida de confianza, sinceridad y apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz, la luz de la verdad.


Libro mágico de la Vida - Susana Grossi

domingo, 27 de junio de 2010

La Orquídea

Su historia, forma, y comportamiento
Bella flor cosmopolita, flor de origen divino para los aztecas, flor fragante"lan" para los chinos, considerada "la gran bruja" por la iglesia católica, fue censurada durante la edad media, flor eterna ligada a la vida del árbol que las aloja, una de las mayores en número del reino vegetal.
Pertenecen a la familia de las orchidaceae de la que se conocen más de 30.000 variedades y un número incalculable de híbridos por todo el mundo que crece día a día, como sus admiradores y coleccionistas. Esta admiración, se remonta a la antigüedad. En su afán de tener la única muestra de una especie en cuestión, los cazaorquídeas podían arrasar bosques enteros.
Estudios de paleobotánica estiman que existen desde hace 120 millones de años y evolucionaron después de la Deriva Continental. El griego Teofasto, les dio el nombre con el que hoy en día las conocemos, "orchis" que no significa otra cosa que "testículos". Este nombre se lo dio por la semejanza de sus pseudobulbos a dicha parte en cuestión.
Son más abundantes en las regiones tropicales, sólo están ausentes en los polos y en los desiertos más áridos. Son las más evolucionadas de las monocotiledóneas. Algunos de sus usos son medicinales, aromatizantes, otras se utilizan para extraer gomas y en la mayoría de los casos es ornamental.


Leyendas, Magia y cosmética: Flor mitológica (mitología griega)
Orchis, hijo libidinoso de una ninfa y un sátiro. Durante la fiesta en honor del dios Baco, bebió demasiado y en estado de ebriedad sedujo y violó a una sacerdotisa. Los Dioses le castigaron a morir devorado por las fieras. Sumidos en el dolor, sus padres les suplicaron que le devolvieran la vida a su hijo y éstos accedieron a condición de que Orchis en su vida futura proporcionara satisfacción a los hombres.
Así fue como devolvieron a Orchis a la vida transformado en una bella orquídea. Los griegos creían que comiéndose las flores de las orquídeas despertaban en su interior los poderes eróticos y la energía sexual del difunto Orchis.
Contemplar una orquídea deleita nuestro espíritu, lo arrastra para disfrutar de la belleza y del placer de la vida, nos llena de equilibrio interior, de máxima serenidad y paz espiritual.
En cosmética su uso se ha extendido durante muchos siglos en Asia y recientemente se ha dado conocer en el resto del mundo.
Se utiliza el extracto de las flores de Orquídea Azul (Orchis Mascula) y cymbidium Grandiflorum. Son apropiadas para todos los tipos de piel. Ambas tienen propiedades humectantes, protectoras y reparadoras, eficacia contra los radicales libres, incrementan la inmunidad de la piel, reducen la aparición de arrugas y son ricas en minerales como el calcio, hierro, zinc, magnesio y cobre.
Su perfume es considerado afrodisíaco y dicen de él que tiene virtudes contra las impotencias tanto de hombres y mujeres. A nivel espiritual puede conectarnos con las otras dimensiones y realidades, darnos gran capacidad de concentración, facilitarnos entrar en trance, activar o recuperar nuestros poderes psíquicos y facilitarnos la puerta de entrada a la meditación.
Son las flores de las Hadas, ninfas, sílfides y salamandras y el tener una es como tener un poquito de este mundo con nosotros. Atrae el poder, la fortuna, la belleza, el amor y la salud a nuestro hogar. Regida por el planeta Venus y el elemento agua. Se le atribuye a la Diosa Venus.

martes, 8 de junio de 2010

Carpe Diem



Carpe Diem (aprovecha el día presente). Palabras que nos recuerdan que la vida es corta y debemos apresurarnos a gozar de ella. (Quinto Horacio Flaco)
Esta locución se puede entender como "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". O igual "vive cada momento de tu vida como si fuese el último de tu existencia".
El significado de Carpe Diem (aprovecha o vive el presente) ha evolucionado y ha tomado diversos matices durante la historia de la Humanidad.
En la Edad Media, vivir el presente era importante ya que la gente no sabía cuando iba a morir. Debido a la falta de recursos y la corta esperanza de vida (entre 30 y 40 años) la población estaba obligada a tomar una conciencia extrema de la levedad del ser.
Siglos más tarde, en el Renacimiento, los ideales de belleza y la perfección hicieron que se entendiese como "vive la vida porque vas a envejecer pronto". En esta época, un cuerpo que no seguía los cánones de belleza era sinónimo de marchito y acabado.
Pero ¿Cómo entendemos en la actualidad "Aprovecha el presente" (Carpe Diem)?
Hoy en día, muchos de nosotros vivimos anclados en el pasado o gastando demasiada energía pensando en algo que todavía está por llegar.
Más allá de los cánones de belleza, de la muerte, o de una actitud ante la vida, nuestra mente viaja en el tiempo con total libertad para anclarse en algunas vivencias del pasado, que nos pueden hacer sentir culpables, por ejemplo, por no haber actuado de alguna manera, o por no haber cumplido una promesa.
De la misma manera nuestra mente caprichosa puede proyectar nuestra atención en el futuro, malgastando una energía valiosa en algo que todavía está por llegar. Algunas veces, estos pensamientos son trucos de nuestra mente y nuestro ego para despistar lo que realmente nos está preocupando: el presente.
Un antiguo proverbio árabe dice “lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.”
De esta manera, vivir el presente significa tomar las riendas de nuestra vida, disfrutar de cada instante y cada situación que nos acontece, sin preocuparnos por lo que ocurrirá mañana, o lamentarnos por lo que dejamos de hacer ayer. Esto no significa que vivamos una vida de libertinaje, ni mucho menos, (muchos seguro que lo habréis interpretado así) sino que debemos actuar con el corazón en nuestras acciones del ahora (presente) concentrando toda nuestra fuerza y energía en vivir plenamente el momento. Vivir cada instante de nuestra vida con entusiasmo y alegría nos ayudará a vivir en plenitud.
Es muy fácil decirlo y más difícil llevarlo a cabo, pero podemos pensar en ello.
"El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahí por qué se nos escapa el presente".
(Gustave Flaubert)